
Tarta decorada con la cara de un simpático pirata. Simpático y dulce, del cual dieron buena cuenta todos los invitados a una gran fiesta pirata, que preparó Ana para su hijo mayor el día que bautizaron al pequeñín de la familia.

La tarta pirata formó parte de una gran mesa dulce, donde también hubo galletas, cupcakes y golosinas. Fue una gran fiesta pirata. En una próxima entrada os mostraré las galletas y cupcakes que hice para la ocasión.